Aumente sus ventas online con una tienda física

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Vender en una tienda tradicional potencia la notoriedad de la empresa

Su negocio de comercio electrónico ganará en visibilidad y cercanía con un local físico.

Si tiene un comercio electrónico y un aumento de la demanda, abra una tienda en la calle, así potenciará la notoriedad de la empresa y las ventas. Trabajará con una doble estrategia: vender en su establecimiento y en Internet.

La presencia de negocios online es cada vez más importante, y las ventas en este tipo de comercios no paran de aumentar. Pero una vez consolidados, algunos se atreven a ofrecer sus productos más allá del mundo virtual. Actualmente las tiendas físicas siguen siendo un referente para los clientes que, cada vez más, compran en diferentes canales.

La pyme también debe tener en cuenta que a sus gastos más habituales -los de envío de los pedidos online-, se sumarán otros nuevos, como los costes del local. Por eso, hay que analizar si el servicio se consumiría de igual manera o más en una tienda física que en la electrónica. Es necesario estar al tanto tambiénde las exigencias del público. Seguramente se acercará a la tienda conociendo las características de la marca y habrá consultado información en Internet y espera un servicio que resuelva sus dudas. Lo que se ofrece en la tienda debe corresponderse con lo que los usuarios ven en la web.

Diferentes posbilidades

Para llegar al mundo físico, el pequeño negocio debe considerar el desembolso necesario. La mayor amenaza en estos casos es el alto riesgo que supone una inversión muy alta. Para reducirlo hay dos estrategias posibles: Una es la diversificación del riesgo, es decir, abrir muchas tiendas a la vez teniendo margen para cerrar las que no funcionen. Otra es expandirse de forma gradual, empezando por alternativas como la participación en mercados locales que se pueden probar en distintas localizaciones antes de realizar el compromiso de invertir en un lugar concreto. La ventaja de la primera opción es que es más rápida que la segunda, pero esta última es la que requiere menos capital.

Tienda propia: La apertura de un local es la forma de venta offline que exige una mayor inversión. El presupuesto se debe destinar tanto a su acondicionamiento como a la promoción del establecimiento.

Los negocios que quieran contar con su propio punto pueden aprovechar su almacén para realizar sus ventas. De esta manera, la inversión inicial no es tan grande como abrir un negocio completamente nuevo. El establecimiento tendrá que estar dividido en diferentes áreas para ofrecer algo más que lo que se proporciona en la Red. Por ejemplo, una buena idea es incluir una zona específica de atención al cliente.

Para abarcar a un público mayor, se deben lanzar promociones locales en la zona en la que se ubica la firma. Para conseguir su fidelización se les puede ofrecer ser parte del club del negocio para que reciba promociones y descuentos. Además, también se puede animar al cliente online a que se aproxime a la tienda. Una opción es aprovechar el momento de la compra para informarle sobre productos especiales que hay en el local o aceptar devoluciones en tienda. Si el cliente se asoma al establecimiento, habrá más posibilidades de que se convierta en un consumidor multicanal.